La aireación tradicional con púa hueca probablemente sea la práctica de mantenimiento más impopular que se realiza hoy en día en las canchas de golf. Desde el punto de vista de la cuadrilla esta operación se asemeja al tener que reparar una pérdida en el sistema de riego en una mañana con sensación térmica cero grado o bien redistribuir arena húmeda a los repechos de bunkers pelados. Desde el punto de vista de los golfistas, y bueno … mejor no decir nada.
Sin embargo, en la medida que aumenta la cantidad de jugadores en las canchas, es mayor la necesidad de ocuparse de los efectos perjudiciales de desgaste y compactación ocasionados por el pesado tránsito de zapatos, carros eléctricos y equipos de mantenimiento. La combinación de tales factores y las a menudo irrazonables expectativas de perfectas condiciones de juego día a día producen un desgaste en el césped y en los encargados de cancha. Los golfistas están mal acostumbrados a ver sobresalientes condiciones de juego en la televisión durante los fines de semana sin darse cuenta que ha llevado meses y quizás años preparar una cancha para competencias de esa jerarquía. El número de vueltas jugadas en la mayoría de las canchas no ha de bajar, por lo que la mejor posibilidad de mantener zonas de césped de alta calidad es proporcionar óptimas condiciones de crecimiento. motivo por el cual es tan importante desarrollar un programa de aireación correcto.
El medio ideal de crecimiento del césped se considera que es 50% de materia mineral, 25% de aire y 25% de agua por volumen. La cantidad de poros grandes más o menos debe igualar la cantidad de poros pequeños. Los poros grandes, llamados macroporos, drenan rápidamente y aseguran la circulación de aire y agua a través del perfil del suelo. Los poros pequeños, llamados microporos sostienen el agua contra la gravedad, mediante la acción capilar. La mayor parte de agua en los microporos está disponible para las raíces de las plantas.
El tránsito comprime la tierra y reduce el porcentaje de macroporos, mientras el porcentaje de microporos permanece sin cambios o se incrementa ligeramente. Este cambio en la distribución del espacio poral limita la infiltración de agua en la superficie de juego y retarda el movimiento de agua a través del suelo. Dado que el aire es atraído dentro de los macroporos en la medida que el agua drena a través del perfil del suelo, la pérdida de poros grandes afecta indirectamente el crecimiento de raíces al restringir la cantidad de oxígeno disponible para la respiración de las mismas.
La resistencia física de suelos compactados contra la penetración de las raíces modifica los patrones radiculares a un extremo en el que la mayor parte del crecimiento de las raíces ocurre cerca de la superficie del suelo y queda expuesta a extremos ambientales. Los suelos compactados y mal drenados se calientan más despacio que los suelos secos durante la primavera, este es otro factor más que contribuye a restringir el crecimiento de las raíces. Cuando el sistema radicular del césped se ve comprometido, tarde o temprano los efectos se notan en la superficie, como calidad del césped reducida, o como capacidad limitada para recuperarse del estrés.
Una vez que una cantidad significativa de compactación del suelo ha ocurrido, la única forma práctica de restablecer condiciones de crecimiento más favorables, en un lugar de césped ya establecido, es airearlo. Dejemos constancia, sin embargo, que existen muy pocos antecedentes científicos que demuestren que la aireación aumenta la cantidad de oxígeno del suelo entre los agujeros. Por consiguiente, los únicos sectores del suelo que son realmente «aireados» son las paredes y los fondos de los agujeros vacíos. Existen, sin embargo, múltiples beneficios bien documentados de la aireación.
Los agujeros de aireación aceleran el movimiento de la lluvia o riego en el suelo. La oportuna remoción del exceso de humedad de la superficie significa una menor demora del juego y condiciones de juego más satisfactorias. Una cantidad prolífera de enraizamiento que ocurre en los agujeros de aireación es visible cuando se cambian las tazas. Una masa densa de raíces blancas y saludables pueden verse a menudo en agujeros de aireación aun durante las épocas pico de estrés en verano. Los beneficios de la aireación no se limitan a mejorar las propiedades físicas del suelo. La aireación con púa hueca es la forma más efectiva de minimizar los efectos indeseables de la excesiva acumulación de thatch.
Una pasada con una aireadora «tipo golpe» equipada con púas huecas de 1/2″ de diámetro sobre un espaciado de 2″ x 2″ quita alrededor de 5% del área. La incorporación de los tarugos rotos a una superficie de juego con thatch modifica las propiedades físicas de esta capa e introduce microorganismos del suelo responsables del deterioro de la materia orgánica. Vivimos la época de los bioestimulantes, microbios abonadores, extractos naturales, etc., y algunos fabricantes han alegado o sugerido control del thatch. Hasta que la investigación pruebe lo contrario, sin embargo, la mejor posibilidad de mejorar la degradación de la materia orgánica es mejorar las condiciones de los microbios nativos ya presentes en o debajo del thatch según lo descripto arriba. No hace mucho, las opciones eran sencillas: un aireador a tambor con tiraje trasero para los fairways y sitios de salida y uno tipo-golpe para las superficies de putting.
Hoy en día las opciones son múltiples, y algunas unidades tienen más aplicaciones específicas que otras.
Slicer/Spiker
Un slicer utiliza cuchillas triangulares o rectangulares montadas sobre un tambor o eje. Estas unidades son de fácil manejo y uso y ocasionan pocos perjuicios a la superficie de juego. Esta operación es útil para resquebrajar una costra superficial y fomentar una más rápida infiltración de agua en el suelo. Aparte, el corte de estolones o rizomas también puede mejorar la densidad del césped. El Slicer, sin embargo, no extrae suelo y tiene una profundidad limitada de penetración en sectores compactados.
Púas Huecas
La aireación mediante púas huecas es el estándar contra el cual se compraran todos los otros medios de aireación. Existen dos tipos de aireadores de púas huecas; aquellos con las púas montadas sobre tambor y las unidades del «tipo golpe» que utilizan púas operadas verticalmente. Los aireadores a tambor son de fácil manejo, tienen pocas partes movibles que puedan desgastarse o averiarse, y pueden cubrir una significativa área en relativamente poco tiempo. Desgraciadamente, la profundidad de penetración depende en gran medida del grado de compactación y del contenido de humedad del suelo. Si las condiciones del suelo no son ideales, estas unidades tienden a pasar por arriba en sectores compactos, produciendo el menor efecto donde se requiera más que nunca la penetración. Los agujeros pueden ser muy desparejos, lo que limita el uso de la mayoría de las unidades a tambor en los greens.
Este tipo de equipo continuará cumpliendo una tarea importante en muchas canchas de escaso o mediano presupuesto. Los aireadores a púas huecas operados verticalmente (Ryan, Toro o Yacobsen) son los equipos más versátiles en el mercado. Ocasionan mucho menos perjuicios a la superficie que los aireadores a tambor, lo que los hace muy aptos para uso en los green. No hay mejor forma de solucionar los efectos de la compactación, incrementar la tasa de infiltración de agua en el suelo, estimular el crecimiento profundo de raíces, y minimizar la acumulación excesiva de thatch en una sola operación. La remoción o destrucción de los tarugos tradicionales ha constituido una tarea minuciosa y larga, pero con equipos especializados como las cosechadoras de tarugos, pulverizadoras de tarugos y barredoras de alta eficiencia, esta operación ha sido simplificada en gran medida. La lenta velocidad de movimiento de los aireadores del tipo golpe solía limitar su uso en las canchas de golf, pero ahora se han desarrollado unidades para fairways que logran remover profundos y poco espaciados tarugos a una velocidad de hasta media hectárea por hora. La oportunidad óptima para airear es tema opinable.
Después de escuchar las opiniones de encargados de canchas y golfistas, no parece existir una época «ideal». Dicen que no debe airearse en la primavera prematura dado que las temperaturas del suelo son bajas, el césped no está creciendo activamente y los agujeros llevaran mucho tiempo para rellenarse. Algunos no airean a fines de la primavera porque la Poa annua está germinado y estiman que los agujeros abiertos favorecen la invasión de las malezas. Otros no pueden airear durante el verano porque los agujeros abiertos han de ocasionar severa marchitación. El principio del otoño no corre, debido a los torneos, mientras que el fin del otoño y el invierno es imposible por la falta de mano de obra y poca oportunidad de secar los tarugos antes de su destrucción o barrido. (El autor se refiere a greens de Agrostis y en Estados Unidos, donde la temporada de juego es primavera-verano-otoño). Todos pueden ser argumentos válidos, pero los beneficios generales de la aireación, sobre todo en sectores muy compactados, contrarestan sobradamente los inconvenientes. Por ejemplo, algo de Poa annua puede germinar en los agujeros durante la primavera, pero al aliviar la compactación y mejorar el drenaje las especies más deseables tienen una mejor oportunidad de competir con y desbordar a la Poa.
La pérdida potencial de césped por severo marchitamiento después de aireación en el verano es preocupante, especialmente en un día caluroso, ventoso y de humedad relativamente baja. Una oportuna irrigación sin embargo, puede impedir el severo estrés de la sequía. Una variación de aireación con sacabocados huecos, no utilizada en su total potencial en las canchas, es la aireación con sacabocados sobre marco o bastidor. Estos sacabocados son de un diámetro de 1/4″ que penetran hasta 1 1/2″ de profundidad con un espaciamiento de 1″ x 1″. Debido al espaciamiento cerrado, la cantidad de área de superficie removida después de una pasada es solo poco menor que la cantidad removida después de una aireación de 1/2″ de diámetro en un espaciamiento de 2″ x 2″. Una ventaja importante lo constituye el poco desgarro de la superficie y menos quejas de los jugadores. El espaciamiento apretado de los agujeros incrementa enormemente la cantidad de superficie expuesta, lo que acelera la evaporación de un exceso de humedad de sectores mal drenados y sombreados. Esta operación también puede aliviar compactación de superficies durante épocas de mucho tránsito y constituir un beneficioso pre-tratamiento a la aplicación de agentes humectantes para aliviar lugares secos localizados, (Dry Spots).
Muchos encargados han obtenido gran éxito resembrando los agujeros de aireación con este tipo de sacabocados. Es éste un modo práctico de introducir nuevos y mejorados cultivares de bentgrass en los greens. La profundidad de penetración puede ser ajustada a 1/2″, y una mezcla de semilla, top-dressing y un poco de fertilizante puede ser introducida en los agujeros con un cepillo o un tramo de alfombra invertida. Los numerosos agujeros huecos son lugar ideal para la germinación y desarrollo de brotes.
Sacabocados Sólidos
Después de la aireación con sacabocados sólidos no hay tarugos que remover, y quizá sea ésta la única ventaja de esa operación. El uso de sacabocados sólidos suele llamarse aireación de «tarugos destrozados» porque el efecto vibrante de insertar sacabocados mochos en el suelo, en teoría, afloja el suelo y alivia la compactación. Los beneficios, no obstante, tienden a ser de corto plazo, y la operación tiene un efecto poco beneficioso sobre la compactación cuando el suelo está húmedo. Más aún, existe un mayor potencial para desarrollar un sector de compactación cuando se usa los sacabocados sólidos dado que el suelo no es removido del agujero.
VERTI-DRAIN
El uso rutinario de aireación con sacabocados huecos puede llegar a crear una capa de compactación llamada «sector de cultivo» o «piso de arado» ubicado justamente más allá de la profundidad de la penetración del sacabocados. La evidencia de un «sector de cultivo» es un tarugo de suelo que se deshace a unas 4″ de profundidad cuando se cambian las tazas. Un «sector de cultivo» demora el movimiento de agua a través del suelo y restringe la penetración de las raíces. Una forma efectiva de minimizar los efectos de este tipo de compactación es mediante la aireación de sacabocados profundos. Una aireador Verti-Drain de sacabocados profundos utiliza sacabocados de un diámetro entre 1/2″ y 1″ de sacabocados sólidos o huecos que penetran hasta una profundidad de 12″. Cuando han sido totalmente insertos, a los sacabocados se les imparte una «acción pateadora» lo que fractura el perfil del suelo que lo circunda.
La profundidad de la penetración y la cantidad de la patada son ajustables para minimizar el desgarro de la superficie. La patada tiene más efecto cuando el suelo está algo seco dado que el suelo seco se fractura con mayor facilidad que el húmedo. Pero no demasiado seco, sin embargo, porque entonces los sacabocados levantan y rompen el tepe. Muchos encargados contratan especialistas que cumplan con la aireación de sacabocados profundos, debido a que los contratistas cuentan con personal experimentado ya que un Verti-Drain es caro y exige el uso de un tractor de alta potencia. Usualmente, el Verti-Drain solo se utiliza en los greens y quizá en los sitios de salida, debido al alto costo de la contratación.
Aquellos encargados suficientemente afortunados como para ser dueños del equipo, han encontrado que esta operación es efectiva en los suelos de los fairways como también en zonas del rough donde andan los carritos. Jamás debe suponerse que el menor desgarro ha de ocurrir cuando se usan los sacabocados del mínimo diámetro. Efectúe una prueba, utilizando varios tamaños de sacabocados en un green de práctica, antes de llegar a una decisión. Puede llegar a sorprenderse al encontrar que el uso de sacabocados sólidos con un diámetros de 3/4″ pueden ocasionar menos desgarro que sacabocados de 1/2″ debido a que existe menos oportunidad de que se doblen o arqueen en suelos pesados o más compactados. Además, los agujeros mayores se rellenan más fácilmente con topdressing que los pequeños.
El tomarse el tiempo de llenar los agujeros con arena o una mezcla adecuada, prolonga los beneficiosos efectos de esta operación al preservar la integridad de los agujeros. Un argumento similar podrá darse para la remoción de los tarugos y su posterior llenado con topdressing luego de una aireación con sacabocados huecos en greens y sitios de salida. Hace falta más material, pero los beneficios a largo plazo generalmente justifican el costo adicional.
Taladro Profundo Floyd-McKay
El taladro profundo, también es capaz de alcanzar mayores profundidades que el sacabocados estándar de aireación. Es una unidad auto-propulsada que utiliza dos juego de taladros con puntas de carburo para perforar agujeros con una profundidad de hasta 10″. La operación deposita una pequeña cantidad de suelo en la superficie de juego, y en los greens generalmente se necesita una limpiada. No existe acción de patada, de manera que el efecto beneficioso en la descompactación de la subsuperficie es probablemente menor que la lograda con sacabocados profundos. De igual forma que el sacabocados profundos, la aireación de taladro profundo proporciona el mayor beneficio donde existe suelo permeable debajo de la capa de compactación. Relativamente pocos problemas han sido observados en los campos donde se efectuaron ambas operaciones.
Como se dijo arriba, una notable excepción es el levantamiento o desgarramiento de césped con raíces poco profundas cuando se realizan estos trabajos en condiciones de suelo seco. Este efecto también se observa cuando la aireación estándar se cumple bajo condiciones similares.
Inyección de Agua
La inyección de agua es un sistema innovador de airear y se encuentra en su primera temporada de uso en la mayoría de las canchas. Chorros de agua de alta presión se utilizan para producir canales profundos e irregulares en el suelo. Los principales efectos son la profundidad variable de penetración y la ausencia de desgarro superficial bajo la mayoría de las condiciones. La investigación inicial cumplida en la Universidad de Michigan State en suelo arenoso y arcilloso donde se comparó la inyección de agua con la aireación con sacabocados huecos. Varias propiedades físicas del suelo, tales como densidad de volumen, porosidad y conductividad hidráulica saturada (a tasa de percolación) fueron medidas, como también enraizamiento, rendimiento de corte y calidad del césped.
La inyección de agua generalmente es cumplida tan bien o quizá mejor que la aireación estándar, y los resultados fueron similares en bentgrass o en Kentycky bluegrass. Unicamente la aireación de sacabocados huecos, sin embargo, limitaron la acumulación de thatch, dado que la inyección de agua no remueve el thatch ni saca suelo. Este estudio constituye un indicio promisorio de que la inyección de agua es una operación que bien sirve para aliviar la compactación en greens y sitios de salida. Proporciona la oportunidad única en su género para aliviar la compactación y mejorar el drenaje durante la temporada de juego sin perjudicar al mismo. La investigación actual está estudiando los beneficios potenciales de mezclar aditivos tales como el fósforo o agentes humectantes con el agua a inyectarse.
Su efecto sobre greens de alto contenido de arena construidos bajo las especificaciones recomendadas por la USGA no ha sido bien entendido, como tampoco el efecto sobre greens de viejo suelo nativo que han sido mejorados mediante topdressing de arena durante varios años. Muchos greens han recibido tratamiento de inyección de agua esta temporada con buen resultado. Mayor penetración de raíces, mejor drenaje, etc. Algunos problemas han ocurrido en greens con una sustancial acumulación de topdressing arenoso por encima de la mezcla de su construcción original de arena gruesa, turba y suelo.
Esta mezcla original, en algunos casos, contaminó la superficie de los greens con materiales finos. Si es que estos casos aislados son motivo o no de preocupación deberá aún determinarse. En la medida que los encargados se familiaricen con la inyección de agua, los usos que corresponden se harán evidentes. El prudente curso de acción es avanzar despacio con cualquier equipo nuevo hasta que los problemas más comunes son detectados y solucionados.
Sumario
La clave del éxito con la aireación consiste en determinar el problema y luego elegir el equipo más apropiado y el mejor método de aireación. Las combinaciones de las técnicas probablemente produzcan mejores resultados que una única unidad. Por ejemplo, una aireación con sacabocados profundos en la primavera, complementada con sacabocados sobre bastidor o aireación hidro-jet durante el verano (temporada de juego), terminada con una aireación de sacabocados huecos estándar durante el otoño podría producir excelentes resultados con desgarro limitado a la superficie de juego.
Hay gran cantidad de excusas para postergar una aireación, pero hay que evaluar en profundidad los beneficios para desechar esas excusas. Finalmente, manténgase a los golfistas bien informados sobre cuando, y lo que es más importante, porqué se va a cumplir la aireación. Haga el esfuerzo extra para comunicarse con los jugadores y sin duda se sorprenderá cuanto más apoyo reciben sus programas.