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El uso del Rolo sobre los Greens de golf

Extractado por los Ings. Luis E. Vila Obarrio y Guillermo Busso del trabajo del Sr. Jeff Nus Rolling Putting Greens. Publicado en Golf Course Management, Noviembre 1992. Traducido por la Sra. Nora Ventureira.

Con la nueva tecnología renace una antigua practica rescatada de los viejos tiempos y el resultado ha sido lograr greens más rápidos y parejos sin necesidad del scalping (raspado, pelado). Las personas encargadas del mantenimiento de las canchas de golf están siendo presionadas con mayor intensidad para que logren superficies cada vez más rápidas para el juego del putt.

Desafortunadamente, muchos de los golfistas que exigen que sus greens tengan habitualmente velocidades de putt adecuadas para campeonatos, no se dan cuenta de que el césped debe tolerar un estrés adicional cuando se lo corta a alturas ultra bajas, necesarias para lograr dichas velocidades. Puede existir cierto alivio, empero, gracias a un enfoque nuevo y mecanizado de un concepto muy antiguo: el uso del rolo. Pero antes de realizar cualquier comentario sobre cómo los nuevos rolos difieren de las técnicas antiguas y cómo han evolucionado éstas, necesitamos comprender cómo los golfistas han llegado a considerar las condiciones «normales» de los putting greens como algo que hace unos pocos años atrás eran consideradas condiciones de campeonato.

Antecedentes: La «necesidad» de velocidad.

¿Qué fue lo que pasó para que hasta los golfistas promedio consideraran a los greens rápidos como algo normal? una de las razones es la aparición del stimpmeter. El objetivo principal de este aparato era poder contar con una herramienta que pudiera medir la velocidad de los putts para así lograr uniformar dicha velocidad en todos los greens de la cancha.

Si algunos greens resultaban más rápidos o más lentos que otros, se podrían realizar los ajustes culturales apropiados para equipararlos con los demás. Si bien el uso del stimpmeter no perseguía el objetivo de aumentar la velocidad de los greens, la publicación de las mediciones provocó una presión sobre los superintendentes para que colocaran a sus greens en un alto nivel de juego. Y este proceso fue irreversible. Como dato comparativo podemos decir que, mientras en los años 1976/77 las mediciones del stimpmeter superiores a los 2,25mts. eran consideradas excesivamente rápidas, actualmente se exige en los greens preparados para campeonatos una velocidad superior a los 3mts.

Métodos culturales para aumentar la velocidad de los greens.

Una vez que se creó un método convencional para medir la velocidad de los greens, las técnicas culturales podían ser evaluadas en base a su efecto sobre dicha velocidad. Varias técnicas culturales afectan la velocidad de los greens:

a) El factor dominante es la altura del corte. A medida que la altura del corte baja, la velocidad del putt aumenta. Si bien esto puede parecer simple, existen varias consideraciones al margen que pueden complicar esta ecuación. Antes que nada, muy bajos niveles de corte hacen sufrir al césped un gran stress y los predispone al daño consiguiente. Una de las razones de esto se denomina «crecimiento compensatorio». Cuando se reducen las alturas de corte, se deja menor cantidad de hojas en cada planta para su fotosíntesis. Una menor fotosintesis implica menos carbohidratos, proteínas y otros elementos escenciales para el crecimiento de las plantas. Esto da como resultado un crecimiento de raíces restringido. El césped entonces está más inclinado a sufrir stress por déficit de agua o extremas temperatura. Los cortes muy bajos también hacen que los greens se vuelvan más susceptibles a enfermedades o a las perniciosas competencias del moho o del alga.

b) La frecuencia del corte también influye sobre la velocidad de los greens. Una mayor cantidad de hojas c rea una resistencia adicional al rodado de la pelota. Con mayores frecuencias de corte, se obtienen velocidades de putt mayores. Una de las prácticas comunes en la actualidad es el doble corte en los greens preparados para torneos.

c) Los métodos para reducir «pelo y contrapelo» también aumentan la velocidad del putt. Estos incluyen cortes multidirecionales, el uso de cepillos y escobillas de cerdas duras y un corte vertical regular. Todas estas técnicas reducen la tendencia del bentgrass a crecer en una sola dirección, lo cual afecta el rodado de la pelota o «confiabilidad del putt». La idea es alentar al césped para que crezca con una orientación de retoños en forma vertical y con un máximo de densidad de los mismos.

d) Ligeros y frecuentes topdressings también ayudarán a lograr esto y a proveer una superficie que haga que la pelota no salte mientras rueda. Cualquier salto innecesario causado por una distorsión de la superficie hará que la velocidad del putt se reduzca.

e) La fertilización y el riego también afectan la velocidad del putt. A medida que el césped muestra una deficiencia en nitrógeno y en la cantidad de humedad, la velocidad del putt aumenta. Esto se debe a que el crecimiento de las hojas se vuelve más lento y, consecuentemente, la resistencia a la pelota disminuye. ¿Pero son estas prácticas coherentes desde el punto de vista agronómico? ¿La necesidad de velocidad es tan grande como para que los greens requieran una recuperación de varias semanas postcampeonato debido al scalping e inanición pre-campeonato? ¿Existen otros métodos que puedan lograr superficies rápidas y uniformes que disminuyan la necesidad de medidas tan drásticas?

Nace una vieja técnica.

Hace varios años, pasarle el rolo a los putting greens era una práctica común. Se utilizaban rolos pesados de grandes diámetros para eliminar la distorsión de la superficie. A medida que fue creciendo la preocupación sobre los efectos negativos de la compactación, esta práctica fue perdiendo adeptos gradualmente. Si bien aún se utilizan rolos pesados para afirmar las camas de siembra y «mejorar» la colocación de panes, el uso frecuente de rodillos pesados sobre los greens se convirtió en cosa del pasado.

Nueva tecnología proveniente del pasado.

Muchas veces la solución de los problemas implica enfocarlos desde nuevas perspectivas. Ellas implican ideas que deben encontrar novedosas soluciones industriales. Fred Opperman observó una máquina que se usaba para compactar el césped en canchas de bowling, que exigen una superficie muy rasante del bent o la bermuda. De allí surgió una máquina rediseñada para poder ser utilizada para rolar superficies de greens con desniveles. Este rolo resultó ser una versión reducida del modelo de los greens de bowling. Se trata de una unidad autopropulsada con desplazamiento lateral, lo que permite al operario una excelente visibilidad de trabajo. Consta de tres rodillos con una presión aproximada de 0,6 Kg/cm2.

El secreto para lograr una superficie plana está en el espacio entre los tres rodillos, que no debe ser igual. De serlo, producirá un efecto corrugado semejante al que producían las unidades más antiguas que contaban con un diámetro mayor y con dos rodillos. ¿Pero no habíamos pasado por esto antes? El rolo no es un concepto nuevo. ¡Por qué existe un súbito interés por una práctica que había sido abandonada hace años como una operación regular de los greens? ¿Qué ha cambiado como para que los superintendentes se sientan atraídos por esta nueva versión de rolos?.

Los tiempos han cambiado.

Los greens de golf no son los mismos de hace varios años atrás cuando la mayoría se construían con tierra natural. Con una construcción adecuada, utilizando zonas de raíces en bases de arena, los greens de golf resisten la compactación. El rolo no presupone una amenaza a los greens con base de arena como lo hace con los de tierra natural. Otro de los factores que contribuyó al reciente interés en el uso del rolo está relacionado con el peso y la velocidad de estas máquinas. Los nuevos rodillos pesan desde 450 libras hasta más de 600.

Esto puede sonar como una enormidad, pero cuando el peso se distribuye sobre toda la superficie del rodillo, la presión real sobre la misma es de solo 0,3 a 0,6 Kg/cm2. Compare esto con una cortadora de greens triple, que tiene una presión de 0,65 a 0,9 Kg/cm2 o los rolos para compactar panes de césped que tienen unos 1,8 a 2,5 Kg/cm2. Este tipo de rolo fue diseñado para eliminar la irregularidad de la superficie sin causar una compactación indebida. Los rolos más actualizados también son rápidos. Pueden operar a velocidades que llegan a las seis millas por hora. Con cierta práctica, se puede pasar el rolo a una cancha de golf de 18 hoyos en unas cuatro horas. La operación aumenta la velocidad del putt en unos dos pies, de modo que son apropiados para la preparación de la cancha para un torneo.

Estos rolos livianos y veloces permiten aumentar la velocidad de los greens sin necesidad de bajar la altura de corte hasta niveles cuya recuperación toma mucho tiempo y se vuelve peligrosa. Los greens se mantienen saludables y veloces rolándolos a partir de la primer mañana de práctica. Esta máquina permite lograr una velocidad rápida y constante con todos los greens de la cancha.

Advertencia.

Es conveniente no extralimitarse en el uso de estas máquinas. Son sobresalientes para la preparación de las canchas para los torneos. Para el juego regular, basta con pasarla dos o tres veces por mes. Hasta una vez por semana, en un día que no se corten los greens puede ser apropiado.

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