En múltiples aspectos, el juego de golf ha cambiado enormemente desde sus modestos inicios hace unos 400 años en Escocia. Comenzó como un deporte jugado en lugares naturalmente ventosos que eran mantenidos más bien por la Madre Naturaleza que por el hombre. Ello no obstante, el deporte ha sido transportado alrededor del mundo y nuestra capacidad de regar y fertilizar, a la que se agrega la exigencia del césped verde y mejores condiciones de juego, sin duda han modificado dramáticamente el estilo de juego. Quizás el cambio más grande es que, en los Estados Unidos, el golf ha sido convertido en un juego aéreo, y en muchas canchas del país, el approach de «pique y corrida» constituye un recuerdo lejano que vuelve a tener vigencia solo durante el Abierto Británico.
Los tradicionales y mejores jugadores aún recuerdan el famoso approach de «pique y corrida» y quizás lo jueguen de vez en cuando, pero confieso que la mayoría de los golfistas actuales lo miran con menosprecio y ello se refleja en el mantenimiento de nuestras canchas. Los golfistas o integrantes de los Comités de Cancha suelen exclamar: «No queremos que entren a los greens de corrida!». Aparentemente, ejecutar un approach de «pique y corrida» es considerado por algunos tan alejado del buen golf como usar el putter en el bunker! Esta noción es ridícula y ha resultado en miles (quizás millones) de golfistas que se han visto privados de ejecutar uno de los más antiguos y más interesantes golpes en el golf. Los jugadores de mayor handicap son a menudo los más penalizados. Muy a menudo, el objetivo de mantener los sectores del approach, es para proveer un césped más saludable y atractivo y una buena definición. Ello resulta en modelos de corte y programas de mantenimiento que se basan más en la estética que en su efecto sobre la jugabilidad. El propósito del presente artículo es llamar la atención a este importante aspecto de nuestro golf y ofrecer sugerencias para mejorarlo.
Identificando el problema
Entonces, cómo hace uno para averiguar si un hoyo de golf fue diseñado para ejecutar el golpe de «pique y corrida»? La experiencia es quizás la mejor respuesta, pero el sentido común y un cuidadoso examen del green, del approach y de los bunkers pueden proveer muchas pistas. Quejas de un «green duro» a menudo suelen surgir cuando los golfistas experimentan dificultades para frenar las pelotas en el green. Si bien los greens podrían efectivamente ser firmes, esa queja podría estar divulgando que el hoyo no se está jugando como fue diseñado (es decir, un golpe de approach muy largo a un green que no fue diseñado para recibirlo). Es posible que la solución se encuentre en la arquitectura del hoyo. Por consiguiente, el primer paso consiste en estudiar la arquitectura del hoyo y determinar qué tipo de approach se requiere. Se trata de un hierro corto, mediano o largo o más bien una maderita, y cuál es la orientación de la zona de aterrizaje. Se debe recordar que es mucho más difícil frenar una pelota en un green desde un asiento barranca abajo. Si el golpe que hace falta es largo y desde un lie barranca abajo, es probable que se necesite un golpe bajo y corredor. El próximo problema es la orientación del green. ¿El green tiene declive hacia la zona de aterrizaje, está nivelado, o tiene declive alejándose de la zona de aterrizaje? La orientación del green y de la zona de aterrizaje deben considerarse juntamente con las lomas y los bunkers alrededor del green y del approach. Una de las preguntas que surgen aquí es en qué dirección rebotará la pelota si se la hace picar en la entrada? Párese en el medio del green y mire hacia atrás a la zona de aterrizaje.
A menudo puede verse claramente si la zona de approach fue diseñada para recibir el golpe. Resulta vital prestarle mayor atención a la topografía que a los patrones de corte existentes dado que éstos pueden cambiar dramáticamente con el correr del tiempo. Finalmente, sugerimos tirar varias pelotas hacia la zona del approach para averiguar precisamente cómo rebotan, variante que resulta una técnica muy instructiva. Con tirar unas pelotas se puede determinar fácilmente si la topografía de una zona de approach ha de recibir este tipo de golpe. También se podrá determinar cuáles áreas de una zona de approach producen los mejores resultados. Debe tenerse cuidado de considerar diferentes ángulos de juego y estar seguro de hacer caso omiso al patrón de corte existente. Hay múltiples errores que pueden cometerse con el manejo de las zonas de approach. Los que adelantamos son algunos de los más comunes:
Patrones de corte
Los roughs de ambos lados de la zona del approach a menudo se los estimula o permite que crezcan hacia adentro cerrando o achicándola. Esto puede obstruir o impedir a los jugadores que corran la pelota sobre el green y puede ser particularmente devastador en una cancha antigua que puede haber sido diseñada específicamente para este tipo de golpe. Ocasionalmente, se deja crecer el rough totalmente en la zona del approach en un par 4 o par 5 cortos. Mientras esto puede ser apropiado en algunos casos, elimina el golpe de pique y corrida y desde ya que no es apropiado en todos los casos. Si el objetivo es aumentar la dificultad, angostar o eliminar las zonas de approach puede no ser la forma de hacerlo. Esto directamente penaliza a los que pegan corto y a los altos handicaps. Los patrones de corte se cambian mejor en el otoño o a principios de la primavera en la mayoría de los climas, y esto puede ser todo cuanto se necesita para corregir la situación. Sin embargo, es necesario cambiar los céspedes en canchas donde se implantaron diferentes variedades en los fairways y roughs. Este aspecto será tratado más adelante en «Variedades de Césped».
Acolchonamiento o thatch
Otro problema muy común con las zonas de approach es que son blandas y acolchonadas. El fenómeno del corte liviano comenzó hace más de veinte años cuando los superintendentes comenzaron a cortar zonas de approach con cortadoras triples de greens para eliminar los daños que ocurrían cuando las grandes cortadoras de fairways daban vuelta. Desde entonces, las zonas de approach en muchas canchas han sido objeto de un mejor cuidado. Esta situación puede producir acolchonamiento, dejando las zonas de approach blandas y poco receptivas a los golpes de «pique y corrida». Las zonas de approach firmes y correctamente definidas son esenciales para que algunos hoyos jueguen con justicia. Por ejemplo, un par 4 con un green firme que exige un segundo golpe largo no deberá tener una zona de approach blanda y esponjosa o con rough que ha crecido de un lado a otro. Una pelota jugada a una zona blanda de approach probablemente no picará hacia el green, y si el green es demasiado firme para recibir un golpe el jugador queda sin una razonable oportunidad de poder colocar el approach en el green. La solución para la mayoría de los problemas de acolchonamiento es incrementar la intensidad de los programas de cultivo. En el noreste de los Estados Unidos, la aerificación con púas grandes y huecas dos veces por año, combinadas con uno o dos agresivos y varios cortes verticales livianos, generalmente es recomendado. Puede ser necesario poner en vigencia este tipo de programa durante algunos años para controlar severos problemas de acolchonamiento. También es posible aerificar zonas de approach y efectuar topdressing de igual manera como se hace con los greens; es ésta una opción para considerar si el cultivo solo resulta insuficiente.
Riego
El riego de las zonas de approach pasa a veces a segundo plano, y a menudo resulta inadecuado cuando se modifican o actualizan los sistemas antiguos. La mayoría de los sistemas más antiguos en el noreste de los Estados Unidos fueron diseñados para reforzar la lluvia, mientras que muchos de los sistemas modernos de hoy en día están diseñados para las necesidades de agua del césped aún en una sequía larga. La clave con el riego es asegurarse que la cobertura y control de los aspersores son adecuados. Hay muchas causas posibles de una deficiente cobertura en las zonas de approach, pero contar con aspersores o boquillas inadecuados en los fairways y greens es un problema muy común. Problemas similares surgen si el espaciamiento de los aspersores es incorrecto. La cobertura escasa puede crear estrés de sequía y puntos secos localizados (dry spots) en una zona, y césped con tendencia a enfermedades y superficies blandas en áreas adyacentes. Ninguna de las dos alternativas andan bien. En algunos casos, rociadores diseñados para suministrar cobertura a las zonas de approach llegan a los greens, situación que crea aún más problemas. Un cuidadoso análisis de la cobertura del riego es el primer paso en el desarrollo de la solución. En la mayoría de las situaciones lo que más se recomienda es el control individual de los aspersores de los greens y zonas de approach para que las necesidades de agua del césped puedan proveerse con mayor exactitud.
Obstáculos innecesarios
Cuántas veces se pueden ver esas feas cajas de válvulas o hundidos aspersores justo en el medio de una zona de approach delante de un green? No siempre es posible, pero se debe evitar colocar cajas de válvulas o rejillas de drenaje en las zonas de approach donde puedan afectar al juego. El asentamiento del suelo después del riego o de un trabajo de drenaje a veces resulta en feas depresiones que también pueden impactar en el juego. Tanto estas áreas deprimidas deben nivelarse, como también los aspersores ubicadas en las zonas de approach deben ser nivelados. El objetivo es reducir sus posibilidades de afectar el juego.
Variedades de césped
Las zonas de approach pueden estar formadas por mezclas de distintos céspedes, a menudo como resultado de una pérdida de césped, por programas de conversión de césped, o cambios en los patrones de corte. Una mezcla de Agrostis y Poa annua es la norma para los fairways en el noreste de los Estados Unidos, pero el Ryegrass también puede utilizarse en fairways y/o rough. El color más oscuro y el distinto hábito de crecimiento del Ryegrass pueden crear una apariencia de mata y color desuniforme si no está presente en cantidad suficiente. Esta situación es poco atractiva y puede afectar el juego. El desarrollar un césped adecuado para el juego en las zonas de approach es muy parecido al de cualquier otra área de la cancha. La aeriación, corte vertical y resiembras combinadas con una correcta fertilización y manejo del agua son generalmente la clave del éxito. El empanado con césped es siempre una opción en los sectores con mayores problemas, si el deseo de corregirlos es fuerte. Pero deberá recordarse que el empanado tiene sus desventajas, y la solución más rápida no es siempre la mejor. Es esencial utilizar césped de la mejor calidad. Césped con malezas, excesivo thatch, o césped que ha crecido en mal suelo deberá evitarse. Elegir césped de la misma variedad que el césped existente en los fairways ayudará al nuevo trabajo a mezclarse mejor desde un aspecto estético. Un correcto timing del trabajo es importante y ha de variar según el clima regional y la especie de césped utilizado.
Patrones de tránsito
La reducción del tránsito en las zonas de approach es a menudo un aspecto significativo en un programa para mejorar estas zonas, y es sorprendente enterarse de la cantidad de tránsito en dichas zonas. Las cortadoras de los greens giran en el collar de esas zonas, mientras que las cortadoras de zonas de approach cortan allí y giran y las cortadoras de los fairway también giran en las zonas de approach. Las zonas muy angostas podrán sufrir aún más con el tránsito de las máquinas. Agréguese algo de tránsito de los golfistas y no deberá sorprenderse que el césped también sufre. Los patrones de tránsito y de corte deben considerarse cuidadosamente y ser cambiados regularmente.
Conclusión
Quitarle el golpe de pique y corrida al golfista estrechando las zonas de approach o permitiendo que se pongan blandas y esponjosas pueden penalizar injustamente al golfista y desvirtuar el diseño del hoyo. Lamentablemente, parecería ser que los sistemas de riego, el L wedge y el golf televisado han borrado el golpe de pique y corrida de la «bolsa» de la mayoría de los golfistas y eso es una verdadera lástima. El golpe bajo de corrida ha sido una parte maravillosa del juego desde su comienzo. Requiere una gran habilidad y mucho cálculo, además del placer que ocasiona jugarlo. Mayormente importante, muchas canchas, especialmente algunas de las más antiguas, demanda que ocasionalmente se juegue este golpe. Si tienen dudas acerca de cómo deben ejecutarse sus approaches, consulte a su agrónomo durante la próxima visita o consulte con un competente arquitecto de canchas. El adecuado mantenimiento de las zonas de approach pueden volver a poner en vigencia un maravilloso golpe en vuestra bolsa y aumentar el placer y variedad de cómo un hoyo de golf juega.