María Eugenia Cossio de Terán será por siempre la gran campeona del golf amateur tucumano. Durante años, su nombre estuvo ligado al éxito. Lejos de todo y por propios méritos, llevó a lo más alto a Tucumán, en competencias incluso internacionales. La golfista falleció hoy luego de atravesar una larga enfermedad, a los 83 años. Nació el 23 de diciembre de 1936.
“Marusa”, como se la conocía, ganó una cantidad innumerable de torneos, entre ellos el Campeonato Argentino, el Sudamericano “Copa de los Andes” y el Campeonato Senior que ganó siete años seguidos en individuales y seis, también consecutivos, en la categoría por equipos. Incluso, participó de dos mundiales.
Hace varios años que “Marusa” se había alejado del golf en los últimos tiempos, en parte por sus dolores en las muñecas. Se dedicó a la familia, de la que estuvo algo alejada debido a sus compromisos con el golf.
Su padre, Fernando Cossio la acercó al deporte: fue golfista, capitán de cancha, codiseñador del primer trazado del campo de Alpa Sumaj y campeón del club. Fue la mayor entre seis hermanos: María Inés, Ana María, Fernando, Francisco y Juan Manuel.
Su esposo, Juan B. Terán, fue campeón de Jockey Club en los 60. Sus hijos también jugaron, o juegan, aunque con distinta frecuencia: Juan lo hizo hasta los 19 años; Eugenia, juega en los torneos de Jockey; Lucía y Julio, también jugaron, pero dejaron. También hay nietos de “Marusa, los hijos de Eugenia (de apellido Paz Posse) que ya están jugando.
“Siempre fui muy competitiva y perfeccionista, todo lo que hago trato de hacerlo lo mejor que puedo, y para hacer algo bien te tiene que gustar. Es igual en cualquier trabajo o profesión. Si no te gusta, yo pienso que no vas a llegar”, explicó en una entrevista que LA GACETA le efectuó en 2018.
Jaime Nougués, su sobrino, profesional del golf, la recordó: “era una apasionada, muy competitiva. Defendió y propuso el juego puro y competitivo. Se sacrificó, incluso en lo personal, por su pasión. A mí me marcó una estela en este deporte”.