Por Mark Lawrie*. Este evento, que convoca cada cuatro años a la máxima dirigencia del golf mundial, fue nuevamente un éxito durante los tres frescos días de la última semana de abril en el Fairmont Hotel, en las afueras de la siempre encantadora ciudad de St Andrews.
Sobrevolaba la Conferencia el cambio de las reglas que se dará al final del ciclo cuadrienal (2015-2018) probablemente el cambio más profundo desde lo conceptual, que jamás se haya producido en la historia de las Reglas modernas. Denominada “Modernisation”, realmente propone un enfoque que reduce, simplifica y actualiza; incluyendo un lenguaje mas coloquial, menos “bíblico” y que en alguna medida intimide menos a quien quiera comprender las ya de por si complejas reglas que regulan nuestro deporte. Es un proceso complejo y de enorme responsabilidad para el Rules Committee de The R&A; de allí que también sea extenso el tiempo que conlleva su estudio, apertura a consulta, aprobación final y traducciones. Afortunadamente las reacciones iniciales de quienes van conociendo la propuesta, han sido muy favorables y es de esperar que una vez vigentes, cumplan con su cometido de simplificar su comprensión y aplicación. No hay duda que los incidentes registrados en los últimos tiempos – Dustin Johnson, Anna Nordqvist, Lexi Thompson – requirieron, con mayor o menor celeridad, un enfoque puntual y el anticipo de algunas decisiones; evidenciando el impacto que la tecnología tiene sobre nuestro ancestral juego.
El otro gran tema que hoy convoca adhesiones, mas allá de los mecanismos que se implementen para avanzar en soluciones, es el ritmo de juego, o en términos más asequibles, reducir lo que se tarda en jugar. El tiempo es oro aseveraban nuestros abuelos; hoy es titanio o carbono, lo que es indudable es que cada vez es un bien más escaso y un enemigo del crecimiento del golf; sea para los “millenials”, “centenials” o “golfenials”; no hay progreso posible con vueltas de cinco de horas. Es curioso como la mayoría de los golfistas resiste admitir que demora, es como negar “texting” cuando manejamos, sin embargo, coincidiremos siempre en lo oprobioso que es esperar en la cancha, casi tan aburrido como buscar pelotas – soporífero supremo de una vuelta de golf – La Conferencia no escapo al tema, es mas The R&A comienza a implementar en sus torneos el concepto de “Ready Golf”, en buen romance, juega el que está listo, no hay que esperar al que tiene “el honor”. Alguno puede considerar esto casi herético; puesto en práctica es realmente sensato, y genuinamente acelera el ritmo de juego. Más aún, pone en evidencia a aquellos que piensan que “el lento” es “el otro”. Otra iniciativa que auspicia The R&A es jugar 9 hoyos – algo que desde la AAG propusimos en 2014 – Si bien es atractivo compartir el folklore de pensar en 18 hoyos como “la medida” del golf, debemos ya desmitificar que los 18 hoyos son producto de 18 medidas de whisky (es difícil creer que mis ancestros solo consumirían eso hace trescientos años en una gélida mañana escocesa en los links, a la vera del ventoso Mar del Norte) por lo tanto, validar 9 hoyos como otra “medida” aceptable – sin exigir ingesta de alcohol – permitiría a mucha más gente disfrutar de una vuelta en dos horas y encontrar mecanismos para que esto se refleje en su hándicap (vista nuestra pasión por pensar que jugamos “en serio”, solo si jugamos una vuelta válida para hándicap, algo un tanto a contramano de la tendencia mundial).
De la presentación ofrecida por Judy Murray, la madre del actual número 1 del tenis mundial, surgió un desafío interesante: ¿porque damos por sentado que un buen coach debe ser hombre? Máxime si hablamos de entrenar mujeres, reveló toda su experiencia capacitando coaches mujeres para entrenar mujeres y dio como ejemplo el exitoso ciclo de la tenista Amelie Mauresmo como coach de su hijo Andy; en lo que sin dudas fue una experiencia contracultural en el ATP. El trabajo de coaches mujeres, especialmente con niñas demostró ser particularmente exitoso y mostro a las jovencitas desplegando su potencial con mucha más soltura y en una mayor zona de confort que mostraban cuando eran entrenadas por hombres.
Gilles Morgan de HSBC (main sponsor del Open) respondió a preguntas de la conductora de la conferencia y dio su visión de los motivos que llevan a una empresa a apoyar un evento como The Open, fue interesante su perspectiva en cuanto a que espera un auspiciante de un evento y como una empresa maximiza la hospitalidad corporativa durante el mismo – algo aún subdesarrollado por empresas en nuestra parte del mundo –.
El cierre de la IGC fue la entrevista a Martin Slumbers, CEO de The R&A y Secretary del Royal & Ancient Golf Club of St. Andrews. Destacó la fusión de The R&A con la Ladies Golf Union, la entidad que nucleaba a las organizaciones femeninas de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda – lo que de hecho representa el “takeover” de The R&A del Ricoh Womens Open y las demás competencias para aficionadas que conducia la LGU – el apoyo a la creación de canchas y driving ranges públicos en el mundo, las ya mencionadas iniciativas de Ready Golf y 9 Hole Golf; el apoyo al desarrollo del golf femenino a través de nuevas competencias como el ANNIKA Invitational Latin America y la puesta en marcha del proceso para desarrollar el Asia-Pacific Amateur para mujeres, espejando el AAC para caballeros que como el LAAC, ofrece un lugar en el Masters – y a partir de 2018 el AAC agrega un lugar en el Open -. Mencionó que la creación de las Direcciones de Asia – Pacifico y Latinoamérica – Caribe muestran la determinación de The R&A de trabajar en aún mayor cercanía con sus entidades afiliadas en el mundo, particularmente en estas dos regiones que muestran significativo potencial de crecimiento para ampliar la base de jugadores y canchas de golf en el mundo.
* Mark Lawrie es Director Latin America and Caribbean del The R&A.