Pocos Componentes relacionados con el mantenimiento del césped ejercerán un impacto tan importante, tanto en la salud como en la calidad de la cancha, como lo hace el manejo del agua. Los beneficios agronómicos y de jugabilidad que se consiguen manteniendo las superficies relativamente secas son enormes.
Contrariamente a lo que muchos golfistas piensan, hay mucho más por hacer que simplemente decir “las queremos secas”. Este artículo hará hincapié en el mantenimiento de las superficies de los greens, aunque los principios se pueden aplicar a todas las áreas de una cancha con céspedes de clima cálido o fresco.
Primero, por qué es importante tratar de mantener las superficies de los greens tan secas como sea posible? Se podrían escribir muchos libros para contestar esta pregunta, pero lo reduciremos a cuatro beneficios claves: 1. Césped más sano; 2. Menor uso/costo de agroquímicos; 3. Reducción en el uso/costo de agua; Mejores condiciones de juego.
La salud de la planta, particularmente el crecimiento radicular, se ve beneficiado con ciclos de riegos profundos e infrecuentes. Sin embargo, la estructura del suelo y profundidad de las raíces definen el concepto “profundo e infrecuente”. Un objetivo clave del ciclo de riego es el de mantener cantidades adecuadas de oxígeno en la zona radicular. Que junto al programa de fertilización, fortalecen la profundidad y masa radicular, lo cual permite una búsqueda más agresiva de sequedad.
Las huellas en el césped causadas por la pérdida de turgencia del mismo indican la inmediata necesidad de riego.
Virtualmente todas las enfermedades del césped se desencadenan y dispersan por la humedad/agua a su alcance. La temperatura del suelo y del aire, la humedad y el micro ambiente (movimiento del sol y aire) también influyen sobre la actividad de las enfermedades, pero el mantenimiento del césped buscando un medio continuo de sequedad permitirá reducir las enfermedades y el uso de fungicidas. Al disminuir estos dos últimos elementos, se podrá realizar un manejo más ecológico.
La mayoría de los expertos coinciden en que aquellas zonas del país donde no hay escasez de agua en la actualidad podrían enfrentar esa situación en el futuro. El agua es un recurso natural que debería conservarse donde sea posible. Un programa de mantenimiento agronómico coherente, el cual combina prácticas de fertilización y cortes sensatos con un micro ambiente de crecimiento del césped sano, es parte de la ecuación para mantener el perfil superior del suelo seco y minimizar el uso/costo del agua.
Si bien la Madre Naturaleza no siempre nos permite conseguir superficies de greens de calidad consistente, la falta de agua lo hace. De hecho, las palabras o conceptos suave, firme y consistente están ligados a la palabra seco. Como contrapartida, la palabra húmedo implica una zona radicular superior blanda, lo cual conlleva a marcas de pisadas o huellas de vehículos. Por carácter transitivo, no tendremos superficies suaves, firmes o consistentes. Sin importar el handicap de un jugador, las condiciones de juego son mejores cuando la superficie y zona radicular superior están mantenidas más bien secas.
Muy pocos realmente desafiarían los beneficios de mantener una cancha seca. Por ende, por qué no sucede con mayor frecuencia? A continuación presentaremos algunos errores claves que ayudarán a contestar esta pregunta.
Sistema de Riego ineficaz
Los sistemas de riego que no proporcionan una buena cobertura y control de bocas de riego alrededor de greens y/o aquellos que no poseen un segundo conjunto de regadores alrededor de los greens que complementen el riego de las lomas son considerados como pobres. De hecho, un sistema que posea cualquier componente que restrinja la habilidad del superintendente para regar de manera profunda e infrecuente es una limitación que debe ser corregida. Otro ejemplo puede ser la insuficiencia o falta de válvulas de acople o “quick couplers” para el uso de mangueras. Al margen de las bocas de riego, estación de bombeo y eficiencia general del sistema, el riego manual o rociado por medio de mangueras será necesario ocasionalmente para lograr sequedad. Un sistema de riego bien diseñado reducirá la necesidad del riego manual/rociado, pero la necesidad seguirá existiendo. Evidentemente un sistema de riego de alta calidad es un componente vital en la infraestructura de mantenimiento. Si surgieran dudas o problemas en su cancha, haga que un consultor independiente especializado en riego haga una evaluación del problema para orientar futuras inversiones.
Drenaje inadecuado
El drenaje se encuentra estrechamente relacionado con el sistema de riego. Si bien nadie puede controlar las lluvias, los dos aspectos principales del riego – el desplazamiento del agua sobre la superficie y el movimiento interno del agua hacia y a través de la zona radicular – pueden ser modificados.
Es común en la mayoría de las áreas del país que las canchas reciban dos o tres pulgadas de lluvia (50 a 75 mm.), volumen de agua que no puede manejarse solamente con un drenaje interno. El diseño de superficies que eviten depresiones o terrenos bajos que acumulen agua es fundamental para el deslizamiento y desplazamiento del agua. Los movimientos de la superficie son una característica importante que debe controlarse durante la construcción de una cancha nueva, ya que a pesar de contar inicialmente con un escurrimiento superficial del agua adecuado, el asentamiento puede acarrear obstrucciones con el tiempo. La instalación de rejillas de drenaje parece ser la solución rápida. Sin embargo, la remodelación cuidadosa y precisa de la superficie para lograr un buen escurrimiento logrará mejores resultados a largo plazo. Esto es así a pesar de la probable interrupción en el juego y mayores costos de implementación comparados con la simple instalación de una rejilla.
La aireación, topdressing y rejillas de drenaje son factores que afectan el movimiento del agua dentro y a través de la zona radicular. En la actualidad, el mantenimiento del césped cuenta con una variedad de opciones en aireación que deben adaptarse a la medida de cada cancha. Es común ver canchas que combinen una aireación con púas profundas y superficiales. Como es habitual, los tarugos se retiran luego de una aireación con sacabocados superficiales. Luego se aumenta la porosidad al rellenar los orificios o agujeros de aireación con arena para topdressing facilitando así el drenaje del agua. Un programa de topdressing consistente (incorporando arena en la superficie en función al crecimiento del césped) complementado con aireación mejorarán la calidad de la superficie de juego (suave, firme y consistente). La rejilla de drenaje, correctamente ubicada, aporta la rápida eliminación del agua excedente. Sin embargo el agua debe llegar primero hasta la rejilla para que la misma cumpla su función, lo cual nos lleva de vuelta a la importancia de un topdressing consistente y una buena aireación. La inversión en un mejor drenaje equivale siempre a dinero bien utilizado.
Falta de riego manual
Es preferible regar a mano las zonas secas, lomas y/o pendientes en vez de activar un aspersor y saturar con agua casi toda la zona de alcance del mismo. Se debe intentar prolongar el tiempo entre las aplicaciones de agua utilizando los aspersores, buscando ciclos de riegos infrecuentes y profundos. En algunos casos no se realiza el riego manual/rociado porque el sistema de riego es limitado (por ejemplo, no posee válvulas de acople o las mismas son inadecuadas). Sin embargo la mayoría de las veces el riego manual/rociado no se lleva a cabo debido al volumen de jugadores, cantidad de trabajadores/presupuesto y/o prioridades de mantenimiento.
Normalmente el riego manual se lleva a cabo en la mañana para intentar que el agua infiltre hacia la zona radicular. El rociado normalmente se hace al mediodía para refrescar los tejidos de las hojas sin permitir que el agua llegue hasta las raíces. Ambos son importantes para dejar de lado el uso de los regadores y lograr superficies más secas. Estas dos prácticas no pueden programarse en función al juego. Cuando se necesite, debe llevarse a cabo. Al igual que una aireación y un topdressing programados, el riego manual y/o rociado causará molestias ocasionales a los jugadores. No efectuar el trabajo para no interrumpir el juego es un error.
La cantidad de trabajadores o el presupuesto no son una limitación valedera para el riego manual, si bien algunas veces se los usa como excusa. El punto clave son las prioridades de mantenimiento. Qué es más importante – regar manualmente o rastrillar los bunkers? ¿Regar manualmente o emparejar los bordes de las lagunas? Mensaje final: si la sequedad es la prioridad, los recursos deben dirigirse hacia lo que dicten las condiciones. Decir que no se tiene el presupuesto o la cantidad de trabajadores para regar manualmente es una forma de lavarse las manos. El superintendente debería contar con el apoyo necesario para lograr tener superficies secas. Esto significa que el o los jefes deben comprender primero y luego brindar los recursos necesarios para mantener las superficies secas, entendiendo que el riego manual es una parte importante de esta ecuación.
Pobre calidad del césped/Salud
Raíces poco profundas, luz solar inadecuada, pobre circulación de aire y/o cortes muy bajos son otros de los puntos que comprometen la salud del césped y por ende, la búsqueda de la sequedad. Las raíces poco profundas o los céspedes que las tienen (por ejemplo, Poa annua) bloquearán el esfuerzo de lograr ciclos de riego menos frecuentes y más profundos. De la misma forma, una luz solar inadecuada y/o aire encajonado y de pobre circulación dificultan la obtención de superficies secas, o al menos lo hacen más costoso. Los cortes demasiado bajos realizados para incrementar la velocidad del green comprometen la capacidad de la planta de realizar la fotosíntesis y, aquí también, eleva los costos de mantener superficies secas. Es de vital importancia que el programa de mantenimiento proporcione céspedes sanos con raíces razonablemente profundas. El césped sano ayuda a lograr sequedad y la sequedad mejora la salud del césped – estos conceptos (seco y sano) no pueden separarse.
Dry spots localizados
La aparición de manchas secas localizadas es uno de los problemas más importantes que enfrentan los superintendentes. El forzar la búsqueda de un medio continuo de sequedad aumenta e intensifica la aparición de manchas secas localizadas. Si bien los agentes humectantes pueden contribuir a manejar estas zonas, tenga siempre presente la cobertura del sistema de riego y la acumulación de thatch. Para reducir e incluso eliminar la dependencia del agente humectante se debe mejorar la cobertura del sistema de riego y/o tratar el thatch de manera más agresiva.
Conclusión
Debemos hacer hincapié en el hecho de que la búsqueda de la sequedad requiere un trabajo en equipo. Se le debe dar al superintendente una flexibilidad en la programación y las herramientas necesarias. Todas las partes involucradas deben entender y apoyar el hecho de que el mantenimiento de la cancha seca es prioritario. Decídase a apoyar el concepto y ¡Manténgala seca!
* BOB BRAME es Director de la Green Section North Central Region