AAG Asociación Argentina de Golf
Las lombrices se encuentran en casi todos los suelos, incluso en los campos de golf. Su presencia suele pasar desapercibida para los golfistas, pero ocasionalmente causan alteraciones molestas en la superficie de juego. Las lombrices de tierra producen pequeños montículos de tierra, que pueden alterar el correcto rodamiento de la pelota y presentar un mal asiento de pelota para cualquier golfista desafortunado.
Los montículos son básicamente tierra finamente procesada que ha pasado por el tracto digestivo de una lombriz. Las lombrices de tierra se alimentan del suelo, específicamente de materia orgánica animal y vegetal en descomposición, y juegan un papel importante dentro del ecosistema del suelo. Sin embargo, las lombrices que pasan su vida en la superficie del suelo o cerca de ella pueden causar grandes molestias en un campo de golf.
Los problemas con las lombrices se producen en diferentes momentos del año, pero suelen acentuarse durante la primavera y el otoño. Las lombrices de tierra prefieren temperaturas moderadas del suelo, por lo que son más activas cerca de la superficie con clima templado. Con temperaturas demasiado calientes, o demasiado frías, se moverán más profundamente en el suelo. Una vez que cambien las condiciones volverán a subir, consumiendo la materia orgánica cerca de la superficie, apareciendo nuevamente los montículos de barro.
La cantidad de humedad en la superficie del suelo determinará cuán grande es el perjuicio que pueden causar las lombrices de tierra. Los períodos de clima húmedo harán que los montículos de barro se adhieran a las ruedas de los carritos de golf, equipos de mantenimiento, palos de golf y la suela de los zapatos. Las grandes poblaciones de lombrices pueden literalmente mover toneladas de suelo, haciendo que un fairway parezca que se acaba de airear. La situación empeora cuando es necesario cortar el césped en áreas que están cubiertas de montículos húmedos. Con el paso de la maquinaria los montículos se aplastan resultando en miles de lunares de barro esparcidos por el fairway.
Desafortunadamente, es poco lo que se puede hacer para eliminar las lombrices. No hay pesticidas que estén indicados explícitamente para combatir las lombrices de tierra. Los productos utilizados para controlar otras plagas, que también reducen la actividad de las lombrices en la superficie del césped, son cada vez más escasos. También es importante recordar que, aparte de los montículos, las lombrices de tierra son una parte muy deseable del ecosistema del suelo, y ayudan a crear mejores condiciones de crecimiento para el césped de un campo de golf.
Muchos superintendentes simplemente intentan esperar hasta que los montículos se hayan secado y luego los incorporan nuevamente al césped, donde la tierra de los montículos secos desaparece rápidamente. Los suelos arenosos, que tienden a secarse más rápido, por lo general son más fáciles de dispersar. Desafortunadamente, los encargados del mantenimiento del campo no siempre pueden darse el lujo de esperar para cortar ciertas áreas hasta que los montículos de lombrices se hayan secado y puedan romperse, especialmente en sectores sombreados y húmedos donde los montículos tardan mucho en secarse. Por otra parte, el juego comenzará temprano por las mañanas, y los carritos de golf ensuciarán el fairway antes de que los montículos estén lo suficientemente secos como para dispersarse.
Los montículos de lombrices son molestos y antiestéticos, pero lo cierto es que desafortunadamente los superintendentes pueden hacer poco al respecto. Si nota lombrices cuando juega al golf en ciertas épocas del año intente ser paciente, y sepa que el equipo de mantenimiento del campo tampoco está contento con ellas.
Traducción de Guillermo Busso, Director de Canchas de la AAG.
