Por Agustín Mayoral. El tres veces ganador del PGA Tour LA en el Abierto del Centro, Mundo Maya y Mazatlán Open nos recibió en la intimidad de su casa donde nos contó cuál fue su triunfo más importante como aficionado, lo que aprendió jugando el Web.com (actual Korn Ferry Tour), la dificultad para mantener la regularidad en esa gira, su mejor año en este Tour, la rutina diaria que realiza, sus amistades dentro del golf y el papel que juega su familia.
¿Qué aprendiste en tu año en el Web.com, ahora llamado Korn Ferry Tour?
Jugué dos años en el Web y es un tour donde se aprende mucho, es muy competitivo, de los más exigentes, porque hay muchos jugadores que están con mucha hambre de gloria, y dejan todo, todos los días que compiten. Se aprende mucho en el sentido mental, como también de entrenamiento, cómo hay que hacer las cosas. Tenes que hacer todo bien porque, si no, das mucha ventaja.
¿Qué tan difícil es mantener la regularidad en este Tour?
En verdad es muy difícil mantener la regularidad en todos los tours, porque el golf te exige mucho en el sentido mental. Todas las semanas son diferentes; jugás campos y climas diferentes todo el tiempo. Es un combo que varía de una semana a la otra. A mí, las canchas links no me gustan mucho. Entonces, si me toca una de esas, sé que me va a costar bastante. Me puede ir bien, pero no es el estilo que me gusta. Por ese motivo pienso que es difícil mantenerse regular y jugando bien toda la semana.
¿Cuál considerás que fue tu mejor año?
Como profesional, tengo dos. Mi primer año, en el 2012, donde quedé quinto en el PGA Tour LA. Gané en México y, a la segunda semana, quedé segundo solo. Y, en el 2015, gané dos seguidos. En Mazatlán, México y en Córdoba, y eso me dio para quedar entre los primeros cinco del Ranking. Sin duda, fueron los mejores años de mi carrera.
¿Qué esperás para este año en el PGA Tour LA?
El objetivo es quedar entre los cinco y sacar status en el Korn Ferry Tour. Estoy 16, a falta de ocho torneos. Empecé bien. Llegué a las semifinales del Bupa Matchplay en Cancún. Mi juego está bien.
¿Tenés amigos en el Tour?
Tengo varias amistades en el PGA LA. Soy muy amigo de Leandro Marelli y de Jorgito Fernández-Valdés. Uno de mis mejores amigos es un español, Mario Galiano, que empezó el año pasado a jugar el Tour. Con él es con quien más comparto. En el Korn Ferry también. Se la pasa bien en la gira, no hay mala onda con ninguno. De hecho, cada vez que coincidimos en los torneos nos juntamos y cenamos.
¿Cómo es una rutina diaria cuando estás en competencia, como cuando no te toca jugar?
En competencia, trato de ir un poquito al gimnasio para mantener lo de la pretemporada. Soy de perder mucho peso, me cuesta mantenerlo. En pretemporada voy seis veces por semana al golf. Tengo una rutina de llegar al club a las nueve, almuerzo 12:30 y, verano de EEUU, volver al club a las cinco de la tarde, donde entreno hasta las siete.
¿Cuál considerás que fue tu triunfo más importante como aficionado?
Sin dudas, el Mundial de Japón, por lejos. Es un torneo muy difícil. Si mirás el leaderboard de ese año, encontrás a varios que hoy juegan en el European Tour. Si mal no recuerdo, estaba Hideki Matsuyama, Alexander Levy, entre otros jugadores muy buenos.
¿Qué papel juega la familia en tu vida?
Es lo que más se extraña, la contención familiar. De hecho, soy muy familiero, me gusta mucho juntarme. Somos una familia grande. Todo tiene sus pros y sus contras. Tengo a un hermano que vive acá en Orlando, me junto seguido; jugamos al golf y comemos asados. Al resto de mi familia, la trato de ver en las vacaciones.