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Ventajas y desventajas de la resiembra de fairways

La resiembra invernal de los fairways de bermuda brinda beneficios y algunas consecuencias negativas. Por John H. Foy (USGA Green Section Record, sep/oct 1998).

Para la gran mayoría de los golfistas, la presencia de un exuberante césped verde es el criterio principal utilizado para evaluar la calidad de una cancha. Aún con una mayor conciencia ambiental y de acuerdo con el hecho de que los programas de mantenimiento de canchas de golf deben apuntar a minimizar los impactos y conservar los recursos, el golfista igual quiere jugar sobre césped verde. Sin duda alguna, la televisión ha contribuido y elevado la conciencia estética de todos.

Cada otoño, las especies de clima cálido tales como la bermuda, comienzan una etapa de semi a total latencia, dependiendo de cuanto al sur esté ubicada la cancha. Esta es una respuesta natural a las temperaturas y a la longitud de los días. Conjuntamente con una declinación del crecimiento se produce una pérdida de color verde. Una vez que el suelo alcanza los 10 grados centígrados o menos, los pastos bermuda desarrollan un color entre marrón desgastado a pajizo que perdura hasta la primavera. Para compensar este cambio de color y lograr un césped verde de activo crecimiento durante el invierno, el establecimiento durante el otoño de un césped de temporada fría sobre la bermuda dormida, es una práctica estándard de manejo. Durante muchos años, la resiembra de invierno de los fairways y roughs fue algo que se practicaba principalmente en resorts o canchas sedes del tour profesional. Sin embargo, en los últimos años, la resiembra de los fairways se ha convertido en una tendencia de rápido crecimiento en clubes privados y canchas públicas.

Puntos a favor

El beneficio obvio de la resiembra de los fairways es un tapiz de césped verde de activo crecimiento que atrae a los golfistas. A principios y hasta mediados de la década del 70, se utilizaron colorantes (tinturas o pinturas) como alternativa a la resiembra de los fairways para controlar los gastos, reducir los inconvenientes de los golfistas y minimizar los problemas de transición hacia la primavera. Sin embargo esta estrategia nunca fue muy popular, ya que era imposible lograr un color natural similar a una superficie resembrada. Además, con mediano a pesado uso, aparecieron problemas de desgaste.

Otro tema estético que se logra mediante la resiembra, es la posibilidad de cortar el fairway en patrones a rayas y así satisfacer las expectativas de los golfistas asiduos. Se han logrado mejoras en la calidad del césped y en el acondicionamiento del mismo gracias al uso de equipos ligeros a semi pesados para el corte de fairways. En el caso de los fairways de bermuda, no se pueden establecer estos patrones de rayas a menos que las mismas sean marcadas sobre el césped repitiendo el mismo corte sobre el mismo patrón cada vez. Eventualmente esta estrategia da como resultado un problema de «pelo y contrapelo» serio. Por ende, la resiembra invernal brinda la posibilidad de lograr el aspecto o look del norte, aún en Arizona o Florida.

No se puede negar que la resiembra invernal se debe en gran medida a razones estéticas. Sin embargo, la mejor condición de juego también es un beneficio de esta práctica. Cada invierno, durante las visitas de la Green Section Turf Advisory Service a canchas a lo largo de la Florida, se escuchan quejas sobre los fairways con bermuda latente puesto que aducen que los mismos se cortan demasiado bajo o que no tienen pasto. La realidad de la situación es que la altura del corte fue elevada en el otoño y que en la mayoría de los casos las maquinarias salen a la cancha a arreglar divots y limpiar en lugar de cortar el pasto latente. Estas quejas surgen como consecuencia de que la base de césped bermuda no se encuentra en crecimiento activo y está desgastado por el paso de los carros de golf. Debemos recalcar que el handicap promedio en los Estados Unidos es de 31 para las damas y 16-17 para los caballeros. Estos golfistas tratan de barrer la pelota del césped en sus tiros de approach, por lo que un descanso de pelota sobre un césped compacto de bermuda lo hace más difícil. Una resiembra con ryegrass perenne de crecimiento activo otorga un mejor lie para la pelota y en consecuencia crea en los golfistas la sensación de que la cancha se encuentra en mejores condiciones.

Otra de las quejas de invierno es la falta de definición entre el fairway y el rough. Aquí también se puede culpar a los carritos como la causa principal del problema, y sin importar si la resiembra se efectúa en el fairway o tanto en el fairway como en el rough, la presentación de la cancha mejora tangencialmente con las nuevas semillas. El deterioro de la cancha durante el invierno no es tan importante en aquellos clubes donde los carritos eléctricos no están permitidos o los hay en mínima cantidad, si bien es la época del año con mayor movimiento de jugadores. En algunos aspectos, la resiembra del fairway puede verse como una herramienta para el manejo del tránsito, dado que los carritos eléctricos se han convertido en una parte integral del juego en los Estados Unidos.

Puntos en contra

Si bien existen beneficios definidos relacionados con la resiembra invernal del césped bermuda, también existen desventajas. Primero que nada, no existe forma de evitar alteraciones en la cancha e inconvenientes al golfista durante el proceso de establecimiento otoñal. Se debe crear un buen contacto semilla-suelo si se pretende lograr una germinación de semilla exitosa y el establecimiento del césped. Sin embargo, con el actual énfasis puesto sobre el control de thatch durante la temporada de crecimiento estival y la disponibilidad de materiales regulatorios del crecimiento, no se están llevando a cabo procedimientos severos de verticutting y scalping en la mayoría de las canchas de la Florida al preparar las camas de siembra.

Conjuntamente con los trabajos de preparación y la aplicación uniforme de semillas, se requiere riego diario por al menos tres a cuatro semanas durante la fase inicial de establecimiento del pasto. El proceso de establecimiento comienza generalmente entre octubre y principios de diciembre, dependiendo de la ubicación de la cancha, y lleva unas cuatro a seis semanas hasta que se desarrolle una buena cobertura y condiciones apropiadas. Más aún, si bien no figura como opción en algunos establecimientos, se recomienda ampliamente la prohibición de los carritos eléctricos durante las primeras etapas de la resiembra para asegurar un resultado óptimo. Para un gran número de instituciones, el proceso de establecimiento coincide con el regreso de los golfistas desde el norte, generalmente durante el mejor clima para practicar el deporte. Esto puede dar como resultado una primera impresión negativa y una situación política difícil para el superintendente y el mantenimiento de la cancha.

Otro tema es la preocupación concerniente al costo de la resiembra. En el sur de Florida se requieren 300 libras de ryegrass perenne por acre (335 kg/ha.) para logran una densidad adecuada y las anheladas características estéticas y de juego. Este proceso se lo describe mejor como intersiembra y es satisfactorio porque la bermuda de base no está totalmente latente y descolorido. Sin embargo, para la mayoría de las restantes áreas del país se requieren entre 400 a 600 libras de ryegrass perenne por acre y en unas pocas se han llegado a utilizar entre 800 y 1000 libras por acre. Si bien pueden darse algunas variables, se utilizan entre $7.000 hasta más de $25.000 dólares solamente en semillas. Para controlar los gastos algunas veces se agrega ryegrass anual a la mezcla de ryegrass perenne. En los últimos dos a tres años se han utilizado combinaciones de ryegrass y Poa trivialis permitiendo de esta manera menores costos de sembrado. Otros costos que hay que tomar en cuenta es el tiempo y mano de obra adicional requerida para la preparación y establecimiento, riego y tratamientos de fertilización y control de plagas.

Otro de los costos importantes de la resiembra del fairway es el corte habitual durante fines de otoño, invierno y primavera. Una vez establecido, los fairways resembrados deben cortarse al menos tres veces por semana y en lo posible, diariamente, para lograr mantener buenas y constantes condiciones. Esto consume un significativo número de horas de mano de obra y provoca mayor desgaste y rotura de las cortadoras, lo cual trae como consecuencia una menor expectativa de vida útil. El uso de equipamiento liviano a semi-pesado es necesario para lograr mejores resultados. En cuestión presupuestaria, muchas veces se duplica el costo de la semilla como medio de establecer el costo anual total de la resiembra, si bien muchas canchas estiman que la resiembra les cuesta $100.000 dólares o más.

Desde el punto de vista agronómico, la resiembra invernal puede interpretarse como tratar de hacer crecer dos tipos de plantas con distintos tipos de requisitos de mantenimiento en el mismo lugar. Cuando dichas prácticas son dirigidas a favorecer un tipo, la salud y calidad del otro tipo puede verse comprometida. Con el establecimiento de la resiembra, se ejerce una competencia y estrés importante sobre la bermuda base. Por ende, en la primavera y principios del verano existe el potencial de deterioro de las condiciones y calidad del fairway durante la transición hacia la base de bermuda.

Incluso es común enfrentar problemas aún cuando se diseñen programas de mantenimiento dirigidos a debilitar gradualmente la resiembra a la vez que se restablece la bermuda base. Esto se debe a que las condiciones ambientales son un factor controlador significativo del proceso de transición. La peor situación sería una primavera fresca y lluviosa seguida de una rápida escalada de humedad y calor. Esta situación le permite a las especies resembradas desarrollar madurez a la vez que retrasa el crecimiento del césped bermuda. Luego, con una rápida declinación de las especies de resiembra, quedará expuesto un débil y fino pasto bermuda. Se necesitarán desde unas semanas hasta dos meses para restablecer la buena calidad del césped. En algunos resorts exclusivos y canchas privadas de la Florida se mantiene un presupuesto especial para panes de pasto en caso de que sufran una transición difícil de primavera.

La resiembra invernal también tiene otros impactos sobre el mantenimiento de la cancha. Si bien el tapiz de resiembra está presente por sólo cuatro a seis meses, para lograr mejores resultados la misma deberá considerarse a la hora de diagramar los demás programas. Esto es especialmente importante en relación a los programas de control de malezas. Conjuntamente con la resiembra de los fairways realizadas año tras año se debe esperar un incremento de malezas tanto invernales como estivales. Durante los meses de invierno y primavera la Poa annua y otras malezas son un problema común que afectan la presentación de la cancha. También es difícil prevenir la invasión de Eleusine y Digitaria durante la primavera y principios del verano, cuando se presenta el proceso de transición.

¿Cuál es la respuesta correcta?

En consideración al costo involucrado y los impactos negativos sobre el mantenimiento de la cancha, es difícil justificar la resiembra invernal desde el punto de vista agronómico. Sin embargo la mayoría de los golfistas americanos han sido educados para creer que verde es bueno. Además, como mencionáramos anteriormente, la mayoría de los golfistas prefieren un lie o descanso en un césped mullido a un lie compacto de pasto bermuda semi a totalmente latente. Por ende, esta práctica continuará siendo utilizada en más canchas desde las Carolinas hasta California. La mejor opción es tratar de educar a los golfistas para que sepan que hay mucho más en juego en la resiembra invernal exitosa que lo que se aprecia a simple vista, y luego cruzar los dedos para que se desarrolle el mejor pasto anual. Pero entonces, ¿serían necesarios los agrónomos de la Green Section y superintendentes de canchas de golf altamente calificados? (Respuesta: ¡Sí!)

Traducción: Nora Ventureira
Corrección: Ing. Guillermo Busso

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