
Es que los bunkers, son colocados por los diseñadores de canchas de golf, como zonas que complican el juego, aunque también en algunos casos, para evitar que la pelota se vaya de límites o caiga al agua cercana.
Pero también, los bunkers permiten desafiar al jugador cuando se tiene la técnica y habilidad necesaria para sacar la pelota y dejarla “dada”. Tal es así, que se suele denominar “sandie” cuando se logra el par del hoyo habiendo jugado desde un bunker.
En lo que respecta a su mantenimiento, los bunkers son, de las zonas componentes de la cancha, las que más tiempo y recursos demanda para que estén en buenas condiciones. El costo de la reposición de la arena y el pesado trabajo que acarrea su movimiento y manejo siempre son considerables. Son además lugares que están afectados por el riego de los greens, el viento, la lluvia, los recortes de césped y … por las pisadas de los jugadores.
A diferencia de los greens, donde sí se pueden reparar los piques o marcas en la línea de juego, en los bunkers, las reglas penalizan tocar la arena para sacar información para el siguiente golpe y se debe jugar tal como está presentado, excepto por la posibilidad de quitar impedimentos sueltos y/o obstrucciones movibles (regla 12.2 a).
Por lo expuesto, a la ya existente dificultad de jugar desde la arena, debemos sumarle una dificultad extra cuando encontramos que nuestra bola descansa en una pisada o zona sin rastrillar y no tenemos mas alternativa que jugarla tal como se encuentra.
Es por ello que los jugadores, haciendo gala de su consideración hacia los demás, deberían, antes de ingresar al bunker, buscar y tomar el rastrillo dejándolo a mano para arreglar la superficie una vez jugado. Ingresar al bunker por el camino más corto posible, evitando pisar las paredes del mismo que se pudiesen dañar, y luego de jugar reparar la superficie de la arena dejando la zona en mejores condiciones que las encontradas originalmente. Luego de ello, depositar el rastrillo en las cercanías para que esté disponible al próximo jugador.
Finalmente, una pregunta para todos: ¿Cuál es el palo que siempre hay que usar el los bunkers?… el del rastrillo.
*Ricardo Helman fue Presidente del Golf Club Puerto Belgrano y miembro de la Comisión de Canchas de la AAG.