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La importancia del P en la nutrición de los céspedes

por Nick Christians, Ph.D.Golf Course Management – Febrero 1996

En el desarrollo de un programa de fertilización para el césped hay tres elementos que generalmente reciben la mayor atención: el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). El porcentaje de cada uno de estos tres elementos, en ese orden, está expresado en la etiqueta que acompaña a la bolsa de los fertilizantes. Por ejemplo, un fertilizante 20-5-10 contiene un 20 porciento de su peso en N, un 5 porciento en P2O5 y un 10 porciento en K2O.
Este artículo se centrará principalmente en el segundo de estos tres elementos, el fósforo. Su rol es muy importante en el funcionamiento de las plantas, siendo los más conocidos el establecimiento de las plántulas y el balance nutricional de la planta madura.

La función del fósforo

El fósforo es esencial para el crecimiento de las plantas. Su función principal es el almacenamiento y transferencia de energía. Sin una cantidad suficiente de fósforo no es posible que se produzca un crecimiento y desarrollo normal de las plantas. La importancia del fósforo para el crecimiento radicular es bien conocido, y el crecimiento de los céspedes en suelos deficientes de P no produce un crecimiento y desarrollo completo del sistema radicular. Este elemento es un importante componente de los fosfolípidos, los cuales reconstruyen las membranas celulares de las plantas, por lo tanto la adecuada formación de estas membranas depende de una considerable cantidad de P en las plantas.

El material genético dentro de las plantas, el ADN, contiene P y la transferencia de la información genética es parcialmente dependiente de los componentes fosforados presentes en las plantas. Bajos niveles de P pueden reducir la maduración de los céspedes, y por lo tanto, una adecuada fertilización con P es importante para la producción de semillas.

Aplicaciones de P en áreas cubiertas con céspedes están comúnmente asociadas con reducidas ocurrencias de enfermedades, a pesar que la reducción en el porcentaje de infección no siempre se observe cuando se aplica P. Esta variación entre los distintos estudios se debe probablemente al estado inicial del fósforo en el pool del suelo. Donde el césped se encuentra en situación de stress debido a una carencia en la disponibilidad de P, la planta será probablemente más susceptible a infecciones, y la fertilización con fósforo reduciría seguramente el problema. Sin embargo, donde hay adecuadas cantidades de P para el crecimiento de las plantas, un aumento del P es improbable que incremente la resistencia a las enfermedades.

Los síntomas de deficiencia en los céspedes incluyen una coloración enfermiza verde oscura. Plantas con aún más extremas deficiencias producen un exceso de un pigmento denominado antociana, lo cual da a la planta una coloración púrpura. No todas las coloraciones púrpuras se deben a una deficiencia de fósforo. Los mismos síntomas pueden también ocurrir en el otoño debido a la ocurrencia de temperaturas frías. Los síntomas ciertos de deficiencia P son muy raros en los céspedes, y yo he observado personalmente esta coloración púrpura de verdadera deficiencia de P sólo unas muy pocas veces.

Fertilización con Fósforo

Una clave para la comprensión acerca del uso del P como fertilizante es el conocimiento de como actúa en el suelo. El fósforo es relativamente inmóvil , y no se mueve dentro de la solución del suelo tan fácilmente como otros elementos, tal el caso del nitrógeno. Esto es ciertamente una ventaja, ya que no se produce la lixiviación de este elemento en la mayoría de los suelos. Sin embargo, esta inmovilidad puede resultar en una desventaja para la planta, debido a que puede resultar muy difícil obtenerlo en las cantidades adecuadas para un crecimiento óptimo.

Los céspedes poseen un sistema radicular fibroso y de gran crecimiento lateral que los hacen relativamente eficientes para obtener el fósforo del suelo, sin embargo existen variaciones en la eficiencia en el uso del P entre especies y cultivares. Plantas con un sistema radicular más limitado que los céspedes requieren mayores cantidades de fertilizaciones fosforadas. Los fertilizantes aplicados a los céspedes ya establecidos, en suelos con buen aprovisionamiento de P son generalmente bajos en P2O5. Fertilizantes con porcentajes de 18-5-9 y 20-2-15 son utilizados comúnmente para los céspedes, mientras que materiales con 10-10-10 son más comunes en jardines y plantas con un sistema radicular poco desarrollado. El uso de estas bajas cantidades de P en los fertilizantes no se debe a los bajos requerimientos de los pastos, sino a su eficiencia en la obtención del P. Los céspedes generalmente necesitan más P que otras plantas, pero son mejores para obtenerlo del suelo.

A diferencia del N, el cual generalmente refleja un aumento en el verdor y en el crecimiento dentro de las 24 a 48 hs de la aplicación, el uso del P en los céspedes generalmente resulta en un pequeño resultado visible, aún cuando la disponibilidad del P en el suelo sea muy baja. Hay probablemente efectos menos visibles en los céspedes, tales como el aumento en la resistencia a las enfermedades y la tolerancia al calor, frío y sequía, las cuales no son tan fácilmente apreciables, pero que son muy importantes para el manejo de los céspedes.

En el manejo de los céspedes, el gran énfasis en el fósforo se da en el momento del establecimiento. Un fertilizante arrancador para el césped debería tener una composición de 13-25-10, 10-20-10 o alguno similar en el porcentaje de P2O5. La razón de esto es el limitado sistema radicular presente en las plantas en los primeros estadíos de crecimiento. Las nuevas plantas necesitan una gran cantidad de P para el crecimiento y desarrollo. Al mismo tiempo, su limitado sistema radicular no puede obtenerlo en la cantidad necesaria. Por esta razón, los fertilizantes de arranque son usados para ubicar suficiente P en la superficie del suelo donde las plantas en desarrollo puedan alcanzarlo. Una vez que el césped desarrolla un sistema radical extenso, la obtención del P es más eficiente, y fertilizantes con menor porcentaje de P son más apropiados.

Las limitadas investigaciones acerca de los efectos de los fertilizantes arrancadores en el establecimiento vegetativo del césped a partir de panes, estolones o tarugos han sido muchas veces inconsistentes en demostrar las necesidades de suplementación con P. No obstante, los mismos principios son válidos para el establecimiento mediante estos métodos, y el uso de fertilizantes arrancadores es recomendable.

¿Puede ud. aplicar mucha cantidad de P, o puede el fósforo estar presente en cantidades excesivas en el suelo?. Esta es una pregunta que muchas veces aparece con greens, tees o fairways de viejas canchas de golf donde por décadas se aplicó P en grandes cantidades y los niveles del mismo en el suelo alcanzan niveles muy altos. Sabemos que el N puede ser aplicado en exceso con facilidad. Una excesiva cantidad de N puede quemar el césped, o puede resultar en un crecimiento muy rápido que dejaría a las plantas más susceptibles a una cantidad de factores que provocarían stress. ¿Pero que hay acerca del P?.

En la década del 80, un estudio de 5 años fue realizado con Kentucky bluegrass para determinar cuanto P podían tolerar dichas plantas. Tratamientos anuales de 0, 1, 2, 4, 8 y 12 lbs de P2O5/ 1000 pies cuadrados fueron aplicados en forma individual en primavera. Se tomaron datos de calidad del césped, producción de corte y el contenido de nutrientes de los tejidos. Se realizaron también análisis de suelos de varios nutrientes.

Luego de 5 años, los tests realizados en los suelos de las parcelas en control oscilaron en niveles de 22 lbs/A de P extractable hasta 356 lbs/A en las parcelas tratadas con altas tasas de P2O5. No se observaron efectos dañinos en respuesta a alguna de los tratamientos durante los cinco años en que se realizaron los experimentos. Un incremento en la producción de corte debido al P fue observado en una sola medición en el segundo año del estudio. No se observaron otras respuestas en el corte. El único nutriente afectado dentro de los tejidos fue el cobre (Cu), el cual disminuyó ante un aumento en los niveles de P. Este descenso del Cu no fue asociado a algún daño visible en el césped. Yo he observado niveles en los suelos tan altos como 800 lbs de P extractable por Acre en greens de viejas canchas de golf sin efectos dañinos sobre el bentgrass establecido en el área. El césped es aparentemente bastante tolerante a altos niveles de este elemento.

Test de suelos para el P

Los análisis de suelos para el césped deberían ser siempre remitidos a laboratorios que se especialicen en la interpretación de dichos análisis. Dichos laboratorios usualmente hacen interpretaciones para cultivos agrícolas y tienden a sobreestimar la cantidad de P necesaria para los céspedes. Como se mencionara anteriormente, los céspedes son muy eficientes en la obtención del P del suelo, y los niveles de P de los análisis de suelo que son inadecuados para el crecimiento de muchos cultivos son suficientes para el crecimiento de los céspedes. Hay varios diferentes extractantes químicos disponibles para medir el P en el suelo. El más ampliamente utilizado es el llamado Bray 1. Los números generados por los diversos tests varían ampliamente. Cuando se evalúan los análisis de suelos para obtener resultados del P, es necesario conocer que extractante se utiliza a tal fin.

Los laboratorios que realizan los análisis de suelos generalmente hacen recomendaciones para cultivos agrícolas, los mismos seguramente interpretarán niveles menores a 30 ppm con el Bray 1 como bajos, y recomendarán la aplicación de mayores porcentajes de P en las fertilizaciones. Para el césped, niveles entre 10 y 12 ppm son suficientes. En algunos estudios yo no he encontrado respuesta de los céspedes a aplicaciones de P sobre suelos con 7 ppm de P.

Estos niveles de P son aplicables solamente en céspedes maduros. Los fertilizantes arrancadores son recomendados aún cuando los análisis de suelo muestren adecuadas cantidades de P presentes en el suelo. Un investigador desarrolló la calibración de un determinado análisis de suelo para el establecimiento de los céspedes. Los resultados indicaron que niveles entre 35 y 70 ppm de P disponible son necesarias para alcanzar una máxima respuesta al momento del establecimiento del césped. No se recomienda dichos niveles en forma permanente luego del establecimiento. Una aplicación simple de un fertilizante arrancador a la superficie con las semillas es usualmente satisfactoria.

Programas de bajo P

En años recientes, ha habido una tendencia hacia programas de fertilización bajos en P para el manejo de los céspedes de canchas de golf. Los fertilizantes con porcentajes de 30-0-30 resultaron comunes. La razón de estos programas con bajo porcentaje de P es la observación que el P podría favorecer a la Poa annua.

La razón de este aumento de la Poa annua donde se aplican altos niveles de P es debido probablemente a la combinación de varios factores. El fósforo podría aumentar la resistencia a la sequía de la Poa y mejorar su supervivencia en condiciones de stress. Un segundo factor es que la Poa annua produce semillas en forma continua y germina en los sectores abiertos del césped. La aplicación de altas tasas de P favorece a las semillas en germinación y puede, con el tiempo, aumentar la población de Poa annua.

Un programa con bajos porcentajes de P no es recomendable en todas las situaciones, por lo tanto los superintendentes deberían usar su sentido común al momento de decidir la aplicación de uno u otro porcentaje de P. Inicie con una buena información de análisis de suelos. Si los niveles de P en el suelo son los adecuados para el césped ya establecido, un programa de bajo porcentaje de P puede ser sensato si la Poa annua es un problema.

Si el césped está obteniendo suficiente P del suelo, el aumento del P no podría mejorar la situación. El P adicional sería utilizado para la germinación de Poa annua. Sin embargo, si los análisis de suelos indican que el P está por debajo de los niveles recomendados para el césped maduro, un programa con escaso porcentaje de P sometería a las plantas a un stress y no sería recomendable.
Hay canchas de golf en donde todos los intentos de eliminar a la Poa annua han sido abandonados y los programas de manejo han cambiado para hacer todo lo posible para mantener a la Poa annua como el césped predominante. Es una tarea fácil. Sólo piense en todo lo que haría para eliminar a la Poa annua y luego haga todo lo contrario. La última cosa que usted debería utilizar en un programa anual de manejo de Poa annua es el 30-0-30. Un 13-25-10 o un 10-20-10 sería más apropiado para tal situación.
Una última precaución con respecto al efecto de las fertilizaciones con P y las poblaciones de Poa annua. Un investigador que ha estudiado los cambios de la población de Poa annua en el césped encontró que durante una estación de crecimiento podía ocurrir un cambio del 70% en la población natural del césped. Asegúrese que si usted ha instituido cierto tipo de programa tendiente a aumentar o disminuir la población de Poa annua, la evaluación de los resultados debe hacerse en tiempos determinados para cada estación.

El P y el ambiente

El fósforo juega un rol importante en todas las plantas, incluyendo las malezas acuáticas y las algas que pueblan los lagos y otras fuentes de agua superficial. En dichas fuentes, el P es usualmente un factor limitante para el crecimiento de estas especies acuáticas y las mantiene de esta manera controladas. Cuando una fuente externa de P es liberada en espejos de agua que poseen especies de plantas acuáticas, un fenómeno indeseado ocurre, el cual es conocido como eutrificación. La eutrificación provoca un rápido crecimiento de la malezas y algas, las cuales pueden causar un daño en la calidad de las superficies de agua.

Los fertilizantes utilizados en las canchas de golf son usualmente citados como la fuente de P que alcanzan las superficies de agua, ya que el césped de las canchas se encuentran a menudo en las proximidades del agua. Por lo mismo, en las áreas metropolitanas los nutrientes alcanzan las napas de agua para llegar finalmente a lagos y arroyos. Por lo tanto, algunas comunidades vecinas a los lagos tienen restricciones a la fertilización de los céspedes tendientes a reducir la contaminación con P.

¿Puede el P aplicado en las canchas de golf tener un efecto perjudicial en la calidad del agua circundante?. Probablemente sí, si nosotros no somos cuidadosos en cómo aplicamos los fertilizantes. Yo he observado algunas pulverizadoras operando muy cerca de los lagos, y por lo tanto derramando fertilizante dentro del agua. Ese fertilizante seguramente constituyó una fuente importante de contaminación. En áreas residenciales, los excedentes terminarán finalmente en las alcantarillas y por consiguiente en lagos y ríos próximos.

Los encargados del manejo del césped deben ser tan cuidadosos con los fertilizantes como lo son con los pesticidas. En una cancha de golf, se recomienda la pulverización en áreas vecinas a los lagos y arroyos dejando una distancia prudencial entre estos y el césped. Otra medida, en el proceso de diseño, es dejar una franja sin cortar y sin fertilizar alrededor de los cursos de agua, esta medida puede proveer protección adicional. Habría que tener cuidado también de no derramar fertilizante en los caminos donde el agua de lluvia podría lavar los fertilizantes hacia lagos o arroyos.

El potencial de contaminación de las superficies de agua puede también ser otra razón para considerar un programa de fertilizantes sin P si esto es justificable agronómicamente. Esto concierne principalmente al público que a pesar de la adecuada aplicación de los mismos, existe un riesgo potencial de lavado que podría terminar donde no es deseado.

Investigaciones, sin embargo, han mostrado que es muy improbable que el P se mueva de las superficies donde existe césped maduro. Esto aparece como cierto aún en áreas con pendiente y con la incidencia de fuertes lluvias. Habría que ser cuidadoso durante el establecimiento del césped en pendientes adyacentes a los espejos de agua. El lavado de los suelos que contienen P y otros nutrientes puede ocurrir fácilmente antes que el césped se ha establecido. Es conveniente el uso del mulching o cobertores.

El aumento del interés del público por el P en los últimos años y el criticismo que se ha establecido dentro de la industria del césped ha conducido a una serie de estudios sobre el impacto del manejo de los céspedes sobre los ambientes circundantes. Estos estudios confirman que en la mayoría de las situaciones, el P es muy inmóvil y plantea pocas amenazas al medio ambiente si se realizan técnicas adecuadas de manejo. El césped es muy bueno en atrapar potenciales contaminantes que podrían moverse desde suelos desnudos o desde áreas de cultivo.

El manejo de los céspedes aun juega un rol muy importante en prevenir problemas ambientales. Dos investigadores han encontrado que el P se puede mover desde los macroporos del suelo o a través de suelos arenosos de textura media, como los hay en muchos greens de golf. Este movimiento puede ser minimizado a través de un manejo adecuado, y es por lo tanto una responsabilidad de los encargados del manejo familiarizarse con los principios relacionados con la minimización de los riesgos ambientales.

El lineamiento fundamental en la mayoría de los estudios recientes referentes al impacto del manejo del césped en el medio ambiente, sea la amenaza potencial de los fertilizantes o de los pesticidas, es el mismo. Si estos materiales son aplicados al césped descuidadamente, pueden presentar una amenaza al medio ambiente. No obstante, la tecnología y el conocimiento existente acerca de la manipulación adecuada de estos materiales, en las manos de un bien entrenado y experimentado superintendente de canchas de golf, el riesgo al medio ambiente puede ser minimizado.

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